Las necesidades del cliente y las peculiaridades del propio edificio nos llevaron a analizar este proyecto para la cadena Petit Palace desde un nuevo enfoque y tendencia: creamos un concepto de hotel polivalente y urbano que se abre a la calle y deja entrar a la ciudad en su interior.

Para abrir el hotel a la ciudad, nos pareció necesario invitar a la propia calle a entrar en el establecimiento. Para ello, usamos materiales propios del exterior urbano como el cemento texturizado de la pared principal. Con este gesto, buscamos invitar a los viandantes a entrar y descubrir un café y restaurante donde poder mantener reuniones sociales o profesionales y trabajar mientras toman un café de cultivo orgánico.

Para los usuarios alojados en el hotel, diseñamos un entorno accesible y quitamos las barreras innecesarias u ornamentales para que puedan recibir un trato cercano, inclusivo y amable. Con esta premisa, diseñamos en la planta calle un inusual mostrador de recepción alineado a la barra del restaurante, donde los clientes pueden hacer su registro de entrada y salida, recibir información turística y cultural, y disfrutar de una atención personalizada.